Tengo artritis hace años y lo peor no era durante el día, sino a la noche. Me despertaba con las manos rígidas, hinchadas y con mucho dolor. Empecé a usar los guantes para dormir y fue un antes y un después. No hacen milagros, pero mantienen la mano contenida y al despertarme ya no siento esa rigidez insoportable. Ahora duermo de corrido y arranco el día mucho más tranquila.
Yo no tengo una enfermedad puntual, pero me despertaba todos los días con dolor en las manos y muñecas. Me costaba agarrar el celular, escribir, incluso preparar el desayuno. Desde que uso los guantes para dormir, el cambio se nota. Al levantarme siento las manos más livianas, menos tensas, y puedo hacer cosas simples sin que moleste. No pensé que algo tan simple iba a influir tanto en mi rutina diaria.
Tengo síndrome del túnel carpiano y probé de todo: cremas, ejercicios, pausas en el trabajo. El problema fuerte siempre era a la noche, cuando el hormigueo y la inflamación no me dejaban descansar bien. Empecé a usar los guantes para dormir y noté que la presión y la inflamación bajaron bastante. Me levanto con menos molestia y ya no arranco el día cansada por haber dormido mal. Para mí, se volvieron parte de la noche.
